miércoles, 18 de marzo de 2009

EL GRAN VIAJE III

Costa Rica

William nos esperaba en el aeropuerto de San José. Costa Rica fue un paréntesis en el viaje, estábamos en Centro América, y ya no teníamos carretera por medio para regresar a casa. Pero estábamos en casa, por lo menos así nos lo hicieron sentir William y Aurelia. De hecho debo confesar que fue por ellos que cambiamos los “planes”, si es que los teníamos.
Nos tuvieron de Turistas, paseándonos por los numerosos parques naturales y hermosos rincones de ese verde país.
Más adelante les contaré como fue que salimos de Costa Rica en un Jeep “Cherooke Chief”, con una señora Francesa rumbo al Norte otra vez.
Cumplido el tiempo legal de permanencia de los vehículos en el país, salimos en un plazo de cuatro meses. Con lágrimas en los ojos, como siempre, pero con la enorme gratitud hacia esa pareja que nos acogió como a hermanos.

Nicaragua

A nicaragua llegamos en unas horas, paramos en Managua. El Cherooke era una bestia comiéndose los kilómetros. Allí desertó nuestro pasajero benefactor, la señora francesa, enfermó y voló a su país dejándonos, así, por las buenas, con un todo terreno para enfrentar el gran norte que pretendíamos atravesar.
No estuvimos mucho tiempo en Managua, lo suficiente para hacer un par de conciertos que a mi me llenaba de orgullo y juntar el dinero suficiente para poder seguir el viaje. Ahora cambiaban las prioridades, había que alimentar a la bestia de 6 cilindros y 2.4 litros de motor.

Honduras

Llegamos a Honduras bajo sospecha de tráfico de drogas, supongo, ya que nada más entrar, un equipo de tres o cuatro soldados, nos desmantelaron el jeep con herramientas en mano; al parecer es una zona donde se acostumbra a entrar droga con destino al Gran Norte. Se ve que no encontraron nada o no nos lo dijeron ya que proseguimos nuestra ruta sin problema alguno. Alojamos en Tegucigalpa y al día siguiente continuamos rumbo a San Pedro Sula, proseguimos rumbo a Copan, un importante centro arqueológico Maya.
Como ven nuestra visita a Honduras fue más que fugaz.

Guatemala.

Cruzamos a Guatemala por un paso fronterizo cercano a Copan, carreteras de tierra, en buen estado para nuestro vehículo. Íbamos en busca de la Panamericana para dirigirnos a Ciudad de Guatemala, la capital.
Después de un tiempo actuando en la capital nos trasladamos a Antigua, un pueblo que fue la capital del país hasta que los terremotos acabaron con ella.
Continuamos nuestro viaje rumbo a Chichicastenango, lago Atitlán y Quetzaltenango. Ahora nos ceñíamos a la duración de los visados, los que normalmente nos concedían tres meses de permanencia. Íbamos más rápido debido a la “bestia come kilómetros”. El Jeep nos había cambiado el ritmo del viaje.

Méjico:

Nuestros últimos destinos en Guatemala nos hicieron cruzar por fronteras secundarias y entramos a Chiapas, llegando a su capital, San Cristóbal de las Casas, centro neurálgico de las comunidades Mayas, frontera con un territorio lleno de centros de especial interés arqueológico.
Desde San Cristóbal de las Casas fuimos directamente a las ruinas de Palenque lugar donde se encuentra la tumba de un sacerdote que está lleno de fantasiosas leyendas.
Desde ahí, por la costa atlántica subimos (rumbo norte) hacia Veracruz, para dormir y continuar rumbo a Ciudad de Méjico, la capital más poblada de Latino América.
Demasiado grande para nosotros, “Mexico City” no se dio ni cuenta de nuestro paso por ahí.; la visitamos como dos turistas y proseguimos hacia el norte.
Guanajuato y Zacatecas nos acogieron con gran amistad; finalmente Ciudad Juárez nos albergó antes de cruzar “La gran frontera”.

No hay comentarios: